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21 junio 2007

Web 2.0

Internet y la Red, dos palabras usadas indistintamente y con significados que difieren bastante entre sí. Sin embargo, al ser dos elementos inseparables, es fácil ver de donde viene tanta confusión. Internet es la red de redes, un protocolo que nos permite el acceso al contenido de la Red, conocida también como la Web o www.

Como se puede ver, Internet sin la Red no tiene mucho sentido para nosotros. Lo que empezó en 1969 con fines militares hoy goza de gran popularidad gracias a los miles de documentos disponibles en la Red, que no apareció hasta 1990 de la mano del británico Sir Tim Berners-Lee y el belga Robert Cailliau.

Con el tiempo, Internet ha pasado de ser una herramienta de comunicación a una más informativa e interactiva, donde se le da creciente participación al usuario. Pero la evolución no para aquí. Acusada en ocasiones de propiciar el alejamiento entre las personas, aunque por un lado facilita el contacto con quienes viven en países lejanos, la tendencia ahora es hacia una Red más social y personal, con recursos disponibles para todos.

Esto último resulta evidente con la enorme cantidad de blogs y redes sociales del tipo Facebook y Hi5 que aparecen por la Red, lo cual forma parte de algo que se ha denominado Web 2.0. A pesar de su nombre, no se trata de una nueva versión de la Red, sino más bien de cómo ha evolucionado su uso. Web 2.0 no debe ser confundida con Internet 2.0, una iniciativa académica.

Desde los tiempos de la era punto-com se ha advertido que Internet y sus recursos ofrecen una serie de ventajas que no se encuentran en ninguna otra parte, la más notable de ellas su presencia global. El enfoque tradicional ha sido el desarrollo de aplicaciones con la intención de que Internet funcione como plataforma, pero Web 2.0 propone lo contrario, desarrollar aplicaciones en torno a Internet, de manera que se integren perfectamente.

Como resultado de esta visión, impulsada desde 2004 por Tim O’Reilly, un adepto de los esfuerzos de software libre y sistemas de fuente abierta, hay una tendencia hacia el desarrollo de aplicaciones basadas en Red que simulan la experiencia de escritorio y de trabajar desde una PC. Un buen ejemplo son los manejadores de contenido para modificar periódicos digitales, blogs y demás.

En Web 2.0, la información es para compartir, de ahí que haya un crecimiento en el uso de formatos de sindicación de información, siendo los más comunes RSS (Really Simple Syndication) y Atom. Como se trata de una Red mejorada en sus usos, de tal manera que se le pueda sacar el máximo provecho, los websites son más interactivos y sus interfases cada vez más sencillas y fáciles de usar.

Esto último puede observarse en las tiendas virtuales y portales de servicio progresivamente más ágiles como resultado del uso del lenguaje AJAX, que responde a las solicitudes del usuario sin refrescar toda la página contra el servidor.

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