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SANTO DOMINGO.- La palabra más costosa para los consumidores y la más lucrativa para los empresarios e inversionistas en la jerga dominicana es “aló”. El 8.8% que representa el sector de las comunicaciones en el Producto Interno Bruto (PIB) dominicano es un indicador de la incidencia que tienen los servicios de telefonía en el bolsillo de los dominicanos.Alicia García gana seis mil 500 pesos trabajando medio tiempo en una tienda. A sus 18 años sus padres cargan con todos sus gastos básicos.
A veces piensa en dejar su empleo para dedicarse más a su nuevo rol universitario, sin embargo, la detiene el pago de la única comodidad que en su casa no le costean, la factura del celular. Aproximadamente mil pesos es lo que le cobra la empresa a la que ella está suscrita por ofrecerle su plan especial, que limita la cantidad de minutos que debe hablar, de modo que la factura representa un 15% de su sueldo.
“Para mí es importantísimo tener el celular porque por ahí me localizan todos mis compañeros, además, uno se siente “out” (fuera) cuando no tiene como comunicarse y tiene que andar buscando un teléfono público. Tampoco lo quiero tener con tarjeta para no estar comprando minutos”, explica García.
Al igual que la joven, millones de dominicanos pagan una factura telefónica o compran tarjetas de llamadas para mantenerse comunicados. En el país, según el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), funcionan más de cinco millones 50 mil líneas celulares.
Asumiendo que la población dominicana es de 9.1 millones y que cada individuo tiene un celular, el 55.5% es usuario de estos servicios de telefonía. Por tal razón, es sencillo establecer la importancia que ostenta la comunicación en los gastos fijos de los ciudadanos. Norberto Sosa tiene dos hijos, una joven de 17 años y un muchacho de 14, a ambos, según él, les encanta estar “pegados” al teléfono. En su casa tiene una línea residencial que paga tarifa fija por los minutos locales, sin embargo, sus hijos se encargan de que por las llamadas a celulares pague unos tres mil pesos mensuales.
Líneas fijas
Sosa gana unos 40 mil pesos de salario, su factura telefónica residencial es el 7.5% de su poder adquisitivo, lo cual es significativo si se analiza que el padre de familia gasta menos que eso en salud, y la colegiatura de sus dos hijos juntos es equivalente a ese monto.
Según el INDOTEL, en la ciudad de Santo Domingo hay 150 líneas fijas por cada 100 hogares y 42 por cada 100 habitantes, números que señalan que en la zona urbana son pocos los que no tienen acceso a un teléfono.El efecto teléfonos en el aparato productivo de la nación ha dado un empuje a las telecomunicaciones lo que llevó al sector a participar en el 8.8% del PIB, en lo que va de año.
“La telefonía ha experimentado un crecimiento en los últimos dos años, que podemos considerar impresionante. Este incremento se ha visto impulsado, principalmente, por el impacto de la telefonía celular en la vida de los dominicanos”, dijo José Rafael Vargas, presidente del INDOTEL.
Como la totalidad del intercambio de todos los bienes y servicios en República Dominicana suman casi US$32 mil millones, las ganancias brutas de las empresas de telecomunicaciones deben rondar los 2, 816 millones de dólares. El usuario de líneas celulares o fijas y de igual forma el que utiliza tarjetas de llamadas, como tributo al Estado, debe pagar la cifra de 28 centavos por cada peso.
Los impuestos que pagan los clientes de las compañías de teléfonos, están desglosados en un 16% del precio por Impuesto de Transferencia de Bienes y Servicios (ITBIS), un 10% de impuestos al gobierno y un dos por ciento al Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones.
El impuesto del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, que acumula 2 centavos por cada peso que en el país se gasta por los minutos de llamadas consumidos, le ha aportado al INDOTEL más de RD$800 millones en lo que va de año. Cristián Lugo, dueño de una empresa que se dedica a vender productos múltiples, es un crítico de la cantidad de impuestos que deben pagar los negocios pequeños.
El empresario estima inaudito que, “encima de que haya que pagar el Impuesto sobre la Renta, la seguridad social, entre otros”, la factura telefónica, un gasto fijo impostergable, esté también recargado de impuestos por más de la cuarta parte de su valor.
En el negocio de Lugo trabajan unos 10 vendedores, los cuales tienen asignada su flota o teléfono celular que paga la compañía, para que puedan comunicarse con los clientes y con la compañía y así agilizar el proceso de trabajo.
Conjuntamente con las cuatro líneas fijas que hay en el plantel, a parte de la conexión a Internet, la cuenta telefónica de la importadora y distribuidora asciende en promedio a unos 80 mil pesos, un 17% de las ganancias brutas del comerciante. “Creo que sí, que la palabra más caras que se puede decir en mi negocio es “aló”, concluyó.
Carlos Arturo Guisarre
12 octubre 2007
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