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25 abril 2008

El eterno villano de la película

Miguel Angel Montaño


Hay personajes que son identificados de manera inequívoca dentro de la trama de alguna historia, debido a sus características o a su manera de hacer las cosas, ya que siempre se apartan de las normas establecidas transgrediéndolas. Estos personajes, ya sea por azahares del destino o por vocación propia, luchan por obtener siempre una ventaja en perjuicio de algún otro, tratando siempre de beneficiarse en base a una situación determinada. Estos personajes antipáticos, sinvergüenzas, pedantes, y todos los calificativos negativos que pudiéramos darles, son los villanos.

¿Pero que es lo que hace a un villano’, bueno debe ser inteligente, ambicioso, puede tener un propósito bueno o malo, pero moralmente no se justifican sus hechos. Otra característica es la desproporción de sus objetivos y tratar de hacer todo lo posible por lograrlo. En fin la lista pudiera ser larga.

Basándonos en lo anterior pudiéramos inferir que el sistema operativo Windows es el villano en cuanto a software. ¿Tendrá las anteriores características para lograr ser un eterno villano? ¿O será victima de las circunstancias por las que está marcado a ser non grato a nuestros ojos? Veamos que grado de maldad puede tener este sistema, que revoluciono la historia del software y que impulso a la computación hasta lo que es hoy en día.

Un imperio que trata de expandirse hasta el confín del universo conocido. El uso de formatos cerrados es algo que siempre se le ha criticado a Microsoft, ya que Windows sólo puede escribir o leer en formatos desarrollados por esta misma empresa. No son como los estándares de código abierto, los cuales pueden ser leídos por cualquier sistema. De esta forma los usuarios de Office siempre deberán de trabajar bajo estos formatos, condenando a los que no tienen Office a batallar para elaborar documentos que sean compatibles con los productos de Microsoft. Bueno, hasta ahora, puesto que ya llego alguien que hará justicia al respecto: OpenOffice.

Esto pudiera parecer bueno, ya que se crea un estándar para la industria del software. El único problema, y he aquí lo malévolo del caso, es que estos formatos cambian en el transcurso del tiempo. Significando con esto que alguien que tenga Word 2003, pueda verse impedido de acceder a documentos generados por Word 2007. Malo, muy malo.

Otra situación relacionada con esta misma idea es el acaparamiento que existe por parte de Microsoft sobre los principales productores de computadoras. Ya que muchas marcas de equipos traen preinstalado el sistema operativo Windows, así como una serie de productos relacionados con éste como: reproductor multimedia, hoja de cálculo, procesador de palabras, navegador, etc. Sin dejar alternativa, a muchos usuarios, a elegir el software que pudiera utilizar para una aplicación especifica.

Esto pudiera parecer bueno, ya que realmente Microsoft ofrece una amplia gama de aplicaciones, que de forma natural pueden interactuar con Windows, sin tener ningún problema al respecto (¿¿??). Lo malo reside en las posibles prácticas monopólicas en las que se llegan incurrir, y en una trasgresión a la libertad que pudieran tener los usuarios al elegir libremente que software pudieran elegir; lo que a la postre llega a perjudicar a toda la industria del software, incluyendo al mismo Microsoft, al no tener parámetros de competencia demasiado amplios que permitan la evolución del software de una forma más dinámica.

Los pequeños detalles. Otra situación que pudiera mostrar a Windows como un villano es la serie de problemas e inconsistencias que se tienen con este sistema operativo. Y que en lugar de hacernos más fácil nuestro trabajo, lo complican bastante, como si se tratase de esas telenovelas donde la madrastra trata de hacerle la vida de cuadritos a la heroína del melodrama. Veamos:

Requisitos de hardware. Para la última versión de Windows (vista), los requisitos de hardware sobrepasan cualquier punto de referencia que se tenga anteriormente. De forma que si no cumples con esos requisitos indispensables es imposible trabajar con Windows. A favor pudiéramos decir que los sistemas tienden a evolucionar y que un aspecto de esta evolución es el hardware. Sin embargo, existen alternativas que con menos requisitos de hardware pueden realizar las mismas tareas mejor que Windows (el pingüinito y no hablo del archienemigo de Batman). El problema se agudiza cuando tienes un equipo que cumple con los requerimientos mínimos que propone Microsoft, y resulta que es muy lento, o que cuesta trabajo que realice ciertas operaciones, etc. Esto deriva en que tengamos que invertir en equipos más costosos y más sofisticados.

Problemas de rendimiento. Otra característica de Windows es la falta de optimización de sus recursos, y lo problemático para mejorar el rendimiento. Y es que conforme pasa el tiempo Windows empieza a tener problemas de cualquier tipo. Por lo que los procesos de mantenimiento del sistema son complejos y laboriosos, recuerdan la última vez que le hicieron una defragmentación al sistema con éxito. Y aunque esta situación, en Windows Vista resulta ser más amigable, todavía estamos muy lejos de tener una serie de herramientas que puedan solucionar cualquier tipo de problema que se te presente.

Problemas de seguridad. Esto parece ser la constante dentro de Windows, y es que, como a todo buen villano, todos le tiran a matar. Diario se reportan este tipo de problemas, entre virus, ataques, y otros tipos de agresiones hacia Windows. Aunado a que este sistema operativo presenta muchas fallas con respecto a este rubro. Que tenemos con esto, bueno, que a nivel mundial se tiene que invertir fuertes sumas de dinero, en cuestión de seguridad, por una aplicación que debería de responsabilizarse por éstas. Y es que no existe ninguna garantía, sobre los daños que puedas tener por un fraude cibernético, causado por una omisión en la programación que se halla hecho para Windows.

Como hemos visto, Windows cubre perfectamente el perfil del villano de la película, pero acaso no será victima de las circunstancias: victima de la piratería, de las malas prácticas de negocios que tienen algunas empresas, de la presión comercial que se tiene en el mundo, de ser la envidia de otros por estar a la vanguardia en cuanto a tecnología. Realmente si Microsoft quiere cambiar la imagen de su producto estrella tiene que trabajar mucho en muchos rubros y no sólo enviar boletines mensuales sobre los parches y remiendos para instalar sobre Windows. Se requiere de una reestructuración del sistema y no de paliativos. Se requiere de tomar en cuenta las verdaderas necesidades de los usuarios, sus inquietudes y gustos, y no de ofrecer un producto cuyo rendimiento a veces esta muy por debajo del costo-beneficio que se piensa obtener.

Son muchos los problemas que todavía presenta Windows, y por lo tanto muchas las áreas de oportunidad para mejorarlo. Como líder dentro del ramo del software, se esperaría de Microsoft, la empresa que marque el sendero, que sea innovador, que motive a su competencia a la superación, todo esto dentro de un entorno de honestidad y competencia leal. De no ser así, entonces será el eterno villano de la película, cuyo destino será el que todos podemos sentenciar, o como diría Batman: el mal nunca paga.

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