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17 octubre 2008

TECNOLOGÍA JAPONESA

Miguel Angel Montaño

Cuando se habrá de tecnología y de sus máximos exponentes es referencia indispensable hablar de los japoneses. En el Japón la tecnología alcanza un grado superlativo. Y es reconocida, a nivel mundial, como la más precisa y con la más alta calidad.

No sólo eso sino que también es innovadora, y trata siempre de superarse, por lo que está en constante evolución. Y no sólo en cuestiones de informática o electrónica, sino que también en otros campos como:
  • Han desarrollado la fibra más resistente del mundo, el zylon, que es cerca de 10 veces más resistente que el acero, soporta temperaturas de hasta 650 grados centígrados, y tiene una mayor resistencia al impacto que el acero y el carbón.
  • Se tiene un gran liderazgo en la miniaturación de semiconductores para diminutos circuitos integrados como el “Mu-chip” de Hitachi que es el chip de circuito integrado más pequeño del mundo ya que mide tan solo 0.4 mm, con un espesor de 0.06 mm, del mismo tamaño que un grano de arena. Este chip contiene 128 bits de información ID almacenada en ROM, un circuito analógico para comunicación inalámbrica y una diminuta antena.
  • La televisión digital ISDB-T, que además de la transmisión de audio y video también define conexiones de datos (transmisión de datos) con Internet como un canal de retorno sobre varios medios y con diferentes protocolos. Utilizado, por ejemplo, para interfaces interactivas como la transmisión de datos y guías electrónicas de programas.
  • Un sistema de teatro casero que es capaz de reproducir imágenes en tercera dimensión y con calidad de alta definición. Este aparato comprende una pantalla de plasma de 103 pulgadas y un reproductor blue-ray que reproduce videos compuestos por 2 imágenes.
Estos son solo algunos ejemplos del desarrollo tecnológico existente en Japón. ¿Pero como es que un país que salio mal librado de la segunda guerra mundial pudiera convertirse en un gigante en la industria y en la tecnología? Creo que mucho tiene que ver con algunos aspectos del espíritu japonés, y es que la mentalidad de cada individuo, en el país del sol naciente, lucha por conseguir un 100% en excelencia, es decir una tasa del 0% en defectos, cosa que es muy diferente aquí en occidente, ya que los gerentes y directivos de las empresas piensan en tener un porcentaje bajo en defectos, pero nunca como para llegar al 0%. A mi, en mi experiencia profesional, me ha tocado estar en proyectos donde, cuando se le presenta a un usuario, un sistema, este pregunta, invariablemente, que puede hacer en caso de equivocarse. Nunca se piensa en tener procedimientos para reducir drásticamente los índices de error. Se tiene la mentalidad, mejor, de tener procesos para corregir esos errores. En occidente tendemos más al mantenimiento correctivo que al mantenimiento preventivo, siendo que el primero implica un mayor desembolso, es más caro. Y nada más para tener un ejemplo, ¿se tienen desarrollados planes de contingencia, en caso de ocurrir una eventualidad, dentro de nuestras organizaciones?

Los técnicos japoneses claman por ese mundo perfecto, y es que se persiguen los ideales promovidos por el filósofo Ninomiya Sontoku, quien pensaba que los agricultores deberían de perseguir los resultados más altos posibles. En un campo de arroz, cuanto más se cuiden las plantas, mayor será la cosecha, y durante siglos el pueblo japonés dependió de la producción de arroz, y el agricultor eficiente se convirtió en un ideal para sus conciudadanos. Este sistema de valores se ha extrapolado a la industria japonesa e inspira una fuerte competencia en pos de los cero defectos.

En un país, donde los recursos naturales pueden llegar a ser limitados, donde la tierra para cosechar es reducida en proporción a la población, se hace indispensable aprovechar al 100% cada centímetro de tierra, cada semilla sembrada, cada esfuerzo producido. Así que aspectos como la calidad, el trabajo en equipo, el ahorro, pueden hacer la diferencia entre un país ganador o perdedor.

Buen ejemplo que debemos tomar de los japoneses, y esforzarnos, más en estos tiempos de crisis, para dar el 100% en nuestras actividades y tratar de lograr una excelencia que nos distinga de nuestros competidores.

2 comentarios:

Conectora dijo...

Hola Miguel Angel:

Excelente tu aportación, a nosotros los dominicanos nos cae como anillo al dedo ya que culturamente nos gusta poner el candando después que nos roban.

Miguel Angel dijo...

Creo que no es sólo en la Republica Dominicana, sino que en el resto de América Latina. En fin será cuestión de cambiar paradigmas.

Gracias Ivan.

 
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