Microsoft e Intel están colaborando de forma intensa en la preparación del lanzamiento de Windows 7. Si hace poco demostraban el bajo consumo del sistema, en esta ocasión muestran cómo el nuevo Windows arranca en 11 segundos. En el curso de la demostración se utilizó una plataforma Intel muy potente basada en un i7 cuádruple core con un disco SSD de acceso rápido para acelerar el proceso de inicio. Se pretendía entre otras cosas poner a prueba la capacidad de aprovechar los hilos de ejecución.Microsoft ha encontrado en Intel una excelente aliada para alimentar el lanzamiento de Windows 7. Hace poco Intel presentaba sus nuevos procesadores i5 e i7 de la serie 8 con arquitectura Nehalem destinados a equipos más asequibles que su nueva generación de i7 y es evidente que Windows 7 puede impulsar las ventas de estos nuevos productos.
10 septiembre 2009
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