A la caterva de dietas sin sentido, pastillas “milagrosas”, regímenes excesivos de ejercicios, cremas demoledoras de grasa y cuantos brebajes aparezcan de por medio, hay que añadir la creciente predilección por las liposucciones, lipoesculturas y demás procedimientos de cirugía estética que pretenden acabar de una vez por todas con chichos, celulitis y otros problemas derivados del exceso de peso.
Pero, ¿Cuántos no se han quejado de que las dietas no funcionan? O peor, ¿cuántas mujeres se someten a estas cirugías sólo para terminar peor? Médicos en general coinciden en que la mejor manera de mantenerse en forma es manteniendo un estilo de vida activo. Claro está, no faltará quien diga que el gimnasio es muy caro o que por la delincuencia ya no se atreve a salir a caminar. Cuando ya nada funciona o inspira, ¿qué hacer? Desde hace unos meses la respuesta parece ser la Cellubike, un aparato híbrido que a primera vista parece una máquina de resonancia magnética.
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Quienes promueven la Cellubike dicen que una sesión de 40 minutos quema entre 600 y 2,400 calorías, mientras que un paseo de igual duración en bicicleta normal quema 200 calorías. Se recomiendan 15 sesiones de 15 a 40 minutos para ver resultados.
Cellubike hace énfasis en la celulitis porque afecta al 90% de las mujeres, sin importar su peso o edad, y es difícil de tratar (sólo en cremas se gastaron 100 millones de dólares en 2006 en EE.UU.), pero es apto para hombres también. Mientras tanto, expertos en el tema mantienen su posición de que no hay cura definitiva para la piel de naranja, por tanto, esta puede ser una falsa promesa más. Más detalles en http://www.cellubike.com/.
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