Los primeros en tener un iPhone acaparan la atención de los medios
Pete Jensen ha llegado al Apple Store de Arlington, Virgina, con un iPod, un PDA y un teléfono móvil. Espera poder terminar el día con sólo el iPhone. Tal y como comentaba Jensen el pasado viernes por la tarde, "hoy he venido con tres dispositivos en mi bolsillo. Mañana tendré uno". No es la única persona con ese plan. De costa a costa de los Estados Unidos, tanto los curiosos como los ansiosos hacen cola en las Apple Store y en las tiendas de AT&T para encontrarse entre los primeros que tengan en sus manos el nuevo iPhone.
La longitud de las filas varía en cada ciudad; en Arlington, la fila que formada fuera del centro de compras alcanzaba con facilidad las 100 personas antes de que la Apple Store abriese sus puertas a las 6 de la tarde. En la Apple Store del centro comercial Washington Square de Tigard (Oregon), cerca de 50 personas estuvieron en la cola tres antes del lanzamiento del iPhone; y sólo cinco personas estaban esperando en la tienda AT&T más próxima.
¿Qué ha llevado a la mayoría de la gente a hacer cola frente a una tienda para obtener un dispositivo que también pueden comprar en línea? Para la mayoría, ha sido la promesa de un dispositivo móvil mejor del que ya tienen. Jason Miller, un ingeniero de medio ambiente de Arlington, Virginia, quería actualizar su Treo del que ha dicho que “hace todo aproximadamente la mitad de bien de lo que debería hacerlo”.
Gelnn Sparico, un profesor, sonreía al tiempo que mostraba su teléfono LG Electronics del que decía que podría vender por “aproximadamente un dólar” una vez que ya tuviese su iPhone en la mano. Piensa que su actual móvil es pesado y califica la navegación Web como “atroz”, mmientras espera que el iPhone pueda proporcionarle alguna mejora.
Sólo unos pocos han conseguido la gloria efímera de ser los primeros de la fila para obtener el teléfono. En Arlington, dicho honor ha recaído en Kevin Towson, un oficial de policía que llevaba haciendo cola desde las 9 de la tarde del pasado jueves 28 de junio. Townson decía que estaba deseando conectar el iPhone y sincronizar la biblioteca de iTunes después de una noche en la que sólo ha dormido dos horas.
Las dos primeras personas en la fila de la Apple Store de Danbury fueron Giovanni Scaringi (de 28 años de edad) y Oren Krinsky (22 años).
Krinsky, quien llegase en torno a dos horas después de que lo hiciese Scaringi para situarse el segundo en la fila, hizo un pacto con Scaringi para asegurarse de que ninguno perdiese su sitio cuando tuviesen que abandonar su posición para ir a por comida o a los aseos.
Cuando preguntamos sobre cuántos iPhones íban a comprar, ambos indicaron que sólo compraría uno. Tal y como declaraba Scaringi, “Sólo lo quiero para hacer un uso personal, y he pagado 200 dólares de penalización a Nextel hace tres semanas para rescindir mi contrato”.
En el Apple Store de Stockton Street en San Francisco, una de las tiendas enseña de Apple, el profesional de márketing Jerry Taylor fue el primero de la cola. Taylor, quien ha estado haciendo cola desde las 10 de la mañana del pasado jueves 28 de junio, espera poder mostrar a su jefe, un usuario de BlackBerry, cuan bueno es el iPhone.
También hay otra ventaja de ser el primero de la fila además de la obvia de ser el primero que tenga en sus manos el iPhone: también obtienes algo de atención por parte de los medios. Taylor indicaba que ha sido entrevistados más veces de lo que le hubiese gustado por parte de diferentes periodistas de la Web, medios impresos y reporteros de televisión. Mientras que los reporteros de Macworld EE.UU hablan con él durante la mañana del viernes, otros reporteros de Cnet, Wired y Bloomberg están haciendo esperando su turno para poder entrevistarle.
De los diferentes eventos del lanzamiento del iPhone a lo largo de EE.UU:
San Francisco: Una hora antes de que la Apple Store de Stockton Street abriese sus puertas, en torno a 400 personas estaban haciendo fila con una longitud próxima a dos manzanas y media. En la posición número 153, Philippe Bartoszewicz de San Francisco esperaba su turno. “He dicho que el motivo de que estuviese aquí es porque me voy de viaje dentro de unos días y quiero llevarlo conmigo. Pero en realidad es porque estoy obsesionado. No me he dado cuenta de ello hasta que la gente ha empezado a hacer preguntas sobre el dispositivo y me di cuenta de que conocía todas las respuestas.”
Justo delante de Bartoszewicz, Brian Shire ocupa la posición número 152 después de llegar a mediodía y ofrece una explicación mucho más sencilla sobre el por qué estaba haciendo cola: “es mejor que estar sentado todo el día en la oficina”.
Mientras que la gente se agolpaba frente a la Apple Store, la colas en una de las tiendas de AT&T en la parte baja de San Francisco son mucho más cortas. En torno a dos docenas de personas estaban esperando a última hora de la tarde del vierne 29 de junio, con la estudiante de fotoperiodismo Amanda Rybarczyky J. Martin, ambos de 23 años de edad, ocupando las dos primeras posiciones. Los dos empezaron su mañana en la Apple Store, llegando a las 2:30 de la mañana para encontrarse que ocupaban los puestos 60 y 61 de la fila, respectivamente. En vez de esperar, hicieron un viaje de dos manzanas para acercarse a la tienda de AT&T, donde sus posiciones mejoraron significativamente.
Ninguno de los dos piensa utilizar el teléfono que van a comprar, sino que los venderán en eBay.
Según Rybarczyk, “Realmente querré el teléfono en algún momento. Pero quiero esperar a las actualizaciones. Aparte de eso, somos estudiantes, con poco dinero y es mejor que donar sangre.”
Ryan Overdevest, un estudiante de 22 años, fue el tercero en la cola de la tienda AT&T. A diferencia de Rybarczyk y Martin, Overdevest no tiene previsto vender el iPhone que va a comprar. Pero tampoco tiene pensado usarlo. “Me gustaría tenerlo para mí, pero no puedo permitírmelo. Estoy aquí por mi jefe. Fue él quien me envió tan pronto como llegué a trabajar esta maña”.
De regreso a Stockton Street, las puertas de la Apple Store se abieron a las 5:50 de la tarde, e inmediatamente empezaron los rumores entre la gente antes de que se convirtieran en aclamaciones. Una fila de empleados Apple, vestidos de negro, se mezcló con la gente aplaudiendo y jaleando. El tráfico se detuvo.
A las 5:55 los empleados entraron en la tienda seguidos por una armada de cámaras. La gente inició la cuenta atrás hasta las 6 de la tarde y entonces comenzaron a cantar Auld Lang Syne. Justo después de la seis la tienda permitió la entrada de la gente, y los empleados de Apple se alinearon a ambos lados de la escalera, aplaudiendo y jaleando.—Mathew Honan.
New York
En la Apple Store del SoHo de Nueva York había una atmósfera de carnaval a lo largo de toda la tarde, y que llegó al climax cuando la multitud de personas comenzaron la cuenta atrás justo antes de las 6 de la tarde. Durante la última hora, antes de que se abriesen las puertas, un hombre estaba vendiendo incluso posiciones de la parte frontal de la fila a aquellos que se encontraban en los últimos puestos.
En medio de chillidos y aclamaciones, el director de cine Spike Lee fue el primero en entrar en la tienda, diciendo que se encontraba allí por una causa solidaria. Una organización de Nueva York (Brooklyn) denominada Keepa a Child Alive, obtuvo la primera posición en la línea, utilizándola para publicitar su intención de subastar el iPhone en eBay y dedicar los fondos obtenidos a la caridad.
En declaraciones de Lee, “Me preguntaron si quería formar parte de ello”. El director indicó que la organización hizo la “parte dura” de esperar en la fila durante toda la semana frente a la tienda, y que se sentía afortunado de formar parte del esfuerzo.
La actriz Whoopi Goldberg fue la segunda en la fila. Cuando le preguntaron sobre cuál era el motivo de que estuviese ahí, comentó entre la multitud de medios que la rodeaban que “En este momento, realmente no lo sé”. Cuando le preguntaron si estaba allí para comprar un teléfono, contestó afirmativamente.
En torno a 10 minutos antes de que se abriese la puerta, un empleado de Apple salió para ofrecer instrucciones y consejos a la multitud. Indicó que la gente podría comprar un máximo de dos teléfonos cada uno, y alentó a la gente a que comprase los iPhone antes de los accesorios.
Bill Mac y Jonathan Bricklin tiene una forma un tanto curiosa de pasar el tiempo: con una pequeña mesa de ping-pong como un modo de promocionar su red social.
Mac indica que está esperando por el iPhone porque quiere que los dos puedan llevar el negocio completamente con el teléfono sin necesitar un PC. “En los LA [la oficina móvil] está en el coche, en Nueva York se trata del teléfono”.— Elizabeth Montalbano y Ben Ames.
En la Apple Store insignia de la Quinta Avenida, la fila de posibles propietarios de iPhone pasaba por Madison Avenue para girar 180 grados sobre la misma manzana con una longitud aproximada de 250 metros.
Daniel Hobbs ha estado esperando en la cola desde las de la mañana del viernes porque quería tener “el gadget más chulo del mundo”. Del mismo modo Kesu James define el iPhone como el “gadget más chulo del siglo”.
No sólo los compradores del iPhone se han dado cita en la tienda de la Quinta Avenida; también se encontraban allí periodistas de la NBC, ABC, CNN y de la Fox. El columnista David Pogue ha ido de una parte a otra de la fila haciendo que la gente cantase sobre el iPhone con melodía de canciones populares.
Cerca de dos kilómetros más allá, en la tienda AT&T de Broadway con la 78Th Street, la apertura de la tienda no fue todo lo suave que debiera. Con el primer grupo de personas aún dentro de la tienda, después de lo que un empleado calificase como “un problema relacionado con los sistemas”. A las 6:40 de la tarde aún no habían recibido sus teléfonos.— Aaron Freedman.
King of Prussia, Pennsylvania
La Apple Store en el centro de King of Prussia en las afueras de Philadelphia está entre la tienda de Bose y de Ann Taylor, de modo que la cola de potenciales compradores del iPhone se encuentra dividida en varias secciones entre las tiendas adyacentes.
Aproximadamente 90 minutos antes del lanzamiento del iPhone, más de 100 personas esperaban en la cola. Stephanie Haas, fue una de las primeras en llegar a la fila a las 7 de la mañana del pasado viernes 29 de junio, cuando aún no estaban abiertas las puertas del centro comercial.
“Quería asegurarme de que tendría un iPhone hoy, pero no esperaba ser la primera de la fila”, indica Haas. Aunque usaba un Motorola Razr con anterioridad, el iPhone es su primer teléfono inteligente. “Parece más sencillo de usar que otros”, indica.
Dicha percepción sobre la sencillez de uso es un sentimiento común entre el resto de personas que forman cola, incluyendo Rob Terrio de West Norriton. Él y sus hermanos, Will y Matt, llegaron a King of Prussia sólo minutos más tarde de que lo hiciese Haas.
“Soy más partidario del PC que del Mac”, indica Terrio. “Pero realmente me gustan los productos de consumo de Apple. El iPhone es la tecnología más puntera del mercado. Su interfaz es completamente alucinante”.
Las personas que estaban formando cola fueron atendidas por empleados de Apple, quienes les ofrecieron botellas de agua a lo largo del día, al tiempo que otros empleados de un Starbucks próximo ofrecía café gratis y Chick Fil-A prorporcionó sandwiches, según Terrio.
Para Steve Goldlewski, comprar un iPhone es “una necesidad real para su negocio”. Como CEO de un sitio web dedicado al negocio de las vitaminas, Godlewski viaja con frecuencia con una BlackBerry, un iPod vídeo y una cámara digital. Espera que el iPhone pueda sustituir sus tres dispositivos.
Cuarenta minutos antes de que la tienda abriese sus puertas, los empleados quitaron las pancartas de color negro que cubrían la entrada para mostrar un iPhone de gran tamaño con un temporizador de cuenta atrás hasta hacia las 6 de la tarde. A las 5:50 de la tarde los empleados explicaron a los clientes que una vez que entrasen a la tienda, debían dirigirse hacia la izquierda para comprar el iPhone.— Kate Marshall
Macworld
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