Este aspecto no solo abarca la situación de compra y venta de bienes y servicios, sino que tiene que ver con otras cuestiones como lo es la libertad de expresión. Por ejemplo, yo pudiera hacer una crítica al presidente de Tumbatut, aquí en México, y no pasa nada, pero si lo hago en Tumbatut puedo ir a parar a la cárcel. Esto último, tiene que ver con los bloggers y la libertad de expresión, que tan real es esta y como puede ser garantizada por leyes internacionales. Hoy en día los bloggers tienen un gran peso sobre la opinión pública y sus opiniones pueden ser un factor determinante en la reacción que puede tener la gente ante un suceso. Se comenta sobre políticos, artistas, empresas; se dan noticias acerca de sucesos de carácter confidencial, a veces ficticios, pero otras reales. Y como puede un personaje público, o una gran empresa transnacional, defender su imagen y sus intereses ante la ausencia de un órgano judicial mundial. Y esto puede ser una acción bidireccional, tanto de los bloggers a las empresas, como de estas a aquellos. Por ejemplo, Apple había demandado a varios blogs por adelantar algunas novedades que la empresa tenía reservadas para su Macworld, en San Francisco, del 2005. Por otra parte, todos los internautas del mundo tratan de unir esfuerzos a fin de garantizar la libre expresión, sin ser sometidos por el poder de las grandes transnacionales.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es el de los derechos de autor, algo más complicado y que tiene mucho que ver con las regalías y ganancias a los que tiene derecho aquellas personas que lucran con su trabajo. Es más, analizando este aspecto desde un punto de vista simplista, todo lo que está escrito en Internet, en estricta teoría, está protegido por los derechos de autor, sin que tenga un valor o una finalidad. Puede tratarse de libros, ensayos, poemas, novelas, recetas, almanaques, artículos, etc. Incluyendo aquello que per se representa un valor: Programas de computación, bases de datos, obras audiovisuales, creaciones multimedia, fotografías, música. Y copiar, cualquiera de las obras antes mencionadas, sin la autorización de su autor constituye un delito. Esto es lo que paso hace algún tiempo con Napster, en la cual una gran comunidad compartía música a través de la red, pero sin el permiso de sus autores (Aunque se derive de esto grandes adelantos tecnológicos como la comprensión MP3 o la transferencia de archivos Peer to Peer). El gran problema que existe es la posibilidad real de ejercer un control sobre el uso de las obras protegidas por el derecho de autor, y aunque al respecto un gran número de países hayan firmado el convenio de Berna, para la protección de los derechos de autor, esto no implica que se termine con la piratería.
Por último, tenemos la compra y venta de bienes y servicios, donde la complejidad alcanza su mayor grado. Ante la gran variedad de artículos y servicios que se tiene a la disposición en Internet, realmente quien asegura que se reciba, ya sea el bien o servicio, o el pago de lo que estoy comercializando. De aquí el grado de desconfianza que se tiene al tratar de comprar algo en un país ajeno al nuestro. Sin embargo, para aminorar dicha desconfianza se han creado portales en Internet que trabajan en base a su calidad moral al momento de entregar la mercancía o tramitar el pago por la venta, tal como sería Mercado Libre, eBay; además de empresas que, en base a su reputación, llegan a comercializar dentro de la red. Estos sitios de alguna forma garantizan la entrega de la mercancía, aunque Mercado Libre sea sólo un intermediario, el interés de este sitio es que exista la confiabilidad necesaria para realizar las transacciones mercantiles de forma clara y legal. Aun así, esto no llega a reemplazar lo que sería un verdadero marco legal para la compra y venta en Internet.
Sólo he mencionado tres actividades que, por ser las más comunes, se encuentran en la red. Sin embargo, existen más en las que se requiere un análisis más profundo para ver, dentro de que ámbito legal cae, como lo es juegos y apuestas, la televisión en Internet, la protección de datos, la subcontratación, etc.
Algo que vuelve complejo una solución global es el marco legal que rige en cada país y que puede llegar a ser muy diferente. Aunado a esto, no existe un organismo autónomo que aplique todo el rigor de la ley a aquel que la quebrante, a nivel mundial. Y aunque se ha avanzado mucho sobre este delicado tema, aún falta mucho camino por andar.
ÁMBITO LEGAL EN INTERNET
Miguel Angel Montaño
Una de las situaciones que más pesa sobre la red mundial es el esquema de leyes que regulan la actividad de ésta. Al ser Internet un fenómeno mundial, es complicado hablar de las regulaciones que se aplican para los diferentes panoramas que se pueden tener. Y es que lo que en un país es un acto ilegal, en otro país puede no llegar a serlo; sin ir tan lejos, lo que en un país puede ser castigado muy seriamente en algún otro sólo se incurre en una falta administrativa. Y desgraciadamente, no existe un marco legal que se aplique a nivel mundial.
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