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03 octubre 2008

Globalización e Internet

Miguel Angel Montaño

Uno de los aspectos que ha marcado más a nuestra sociedad en estos tiempos modernos es el de la globalización. Casi ningún aspecto de la actividad humana se escapa a este fenómeno, habiendo situaciones en las que se tiene una mayor influencia al respecto, tal como la internacionalización de la economía, la comercialización y privatización, los e-bussines y el comercio electrónico, entre otros.

Y aunque en la sociedad existe un debate de si es conveniente o no que se de este fenómeno, lo cierto es que el planeta a dejado de ser el patio de la casa para convertirse en un océano de infinitas posibilidades donde se mezclan ideas y pensamientos tan diversos y tan distantes entre sí. Lo anterior gracias a los avances tecnológicos que, hoy en día, ponen a nuestro alcance cualquier rincón de la tierra, generando con esto un sistema de orden mundial, cuyo equilibrio, más que nunca, depende de lo que pasa alrededor de la tierra. Desde la democracia hasta el autoritarismo, desde el libre comercio hasta el proteccionismo, nunca antes en la historia de la humanidad, cualquier acción de algún individuo puede alterar de forma total nuestro destino.

Sólo recordemos el atentado contra las torres gemelas en Nueva York; dicho acontecimiento cambio para siempre la manera de viajar en el mundo. A mediados del siglo III de nuestra era Roma fue saqueada y destruida por los vándalos, sin que esto tuviera una repercusión a nivel mundial ¿se pudiera comparar la destrucción de una ciudad con la de un conjunto de edificios? Este ejemplo puede resultar algo absurdo, al comparar culturas que distan a siglos en el tiempo, pero nos puede dar una perspectiva abrumadora de lo que es la globalización.

Las tecnologías de la información tampoco se escapan ante dicho fenómeno, es más, estás mismas tecnologías son las que se han encargado de profundizar y arraigar con mayor fuerza la globalización. Y en especial Internet, que se encarga de entrelazar a la tierra, para bien o para mal.

¿Por qué esto último? Internet en sus principios surge como un proyecto donde el potencial tecnológico es usado para hacer más accesible la educación, la salud y la cultura, a nivel mundial y en un marco de libertad y democracia. Pero lo anterior queda contrarrestado por una estrategia que apunta hacia el desarrollo de un gigantesco aparato de entretenimiento masivo, corriendo el riesgo de que Internet se vuelva otra caja idiota como lo es la televisión, sólo que un poco más refinada.

Para evitar esto es necesario trabajar sobre tres áreas, que pudieran ser el alma de la WEB:

Área tecnológica

Tomando en cuenta que el uso esencial de Internet es el acceso a la información se debe tener muy presente como la tecnología puede ayudarnos a eficientar dicho acceso, de manera que podamos tener a la mano la información de forma rápida y precisa. Un ejemplo sería los motores de búsqueda que se tienen hoy en día, los cuales en base a una frase pueden ofrecernos la información que buscamos. Aunque esto hay que manejarlo con mucho cuidado, ya que también podemos acceder a información que no sea apropiada a nuestras ideas y valores. Por ejemplo, basta poner una palabra muy genérica, como dolor, en el buscador de google, y después ver la sección de imágenes para visualizar algunas imágenes propias para adultos, que no quisiéramos que nuestros hijos vieran. Ante esta situación la globalización no toma en cuenta que el uso de la Internet es para niños y adultos, haciendo vulnerables a los primeros.
Área mediática


El contenido de información que se tiene en Internet es inimaginable, teniendo temas de cualquier tipo (religión, arte, cultura, literatura, política, etc.), que muchas veces se tratan superficialmente creando mucha confusión entre quienes la consultan, y más cuando no tenemos conocimiento sobre algún tema en particular. El bombardeo de información es tan grande que corremos el riesgo de perdernos y de valorar aquello que es falso, ya que muchos temas son tratados sin el profesionalismo que les corresponde, perjudicando así las ideas y conceptos que tenemos de las personas y las instituciones. De aquí la importancia de saber elegir cuales son los medios más creíbles a fin de que tengamos un conocimiento más exacto de la información que se nos presenta. Esto es un gran peligro, ya que hay muchas personas y organizaciones que tratan de desacreditar a otros; lo que es peor, se presta a que se tienda a la manipulación de las ideas por parte de las personas; cuantas sectas existen cuyo mensaje es la división y el odio, por ejemplo.

Área cultural

La cultura es un patrimonio que tenemos como individuos y que nos identifica con el grupo al que pertenecemos, dándonos una identidad generadora de valores, propios de nuestra herencia cultural. Y es aquí donde la globalización, por medio de Internet, trata de influenciar sobre los arquetipos culturales que tenemos, al sustituirlos por otros, pero de índole más comercial. Un ejemplo clásico es el Halloween americano, y con esto no dijo que sea malo celebrarlo, lo que es malo es que olvidemos la riqueza de nuestras tradiciones por algo que es, para nosotros, puramente mercantil.


Las tres áreas anteriormente descritas son un campo fértil en oportunidades, pero también en responsabilidades, y como gente de tecnología de la información nuestra responsabilidad es mayor. Tengamos el compromiso, mínimo, de educar a los que nos rodean en cuanto al uso del Internet y la globalización.

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