La denuncia fue presentada por la editorial La Martinière en junio de 2006, al comprobar que el buscador había digitalizado y colgado en Internet varios de sus títulos dentro de un proceso llevado a cabo en las bibliotecas estadounidenses. Posteriormente, se le unió el Sindicato Nacional de Editores y la Sociedad de Gentes de Letras.
En su proceso de digitalización de obras para crear una gran biblioteca digital mundial, Google incluyó algunas que están sujetas al pago de derechos de autor y, en eso, se basa la demanda de los denunciantes. El responsable de La Martinière, Hervé de Martinière, denunció "esta especie de arrogancia que hace que tomen tus libros y los digitalicen sin preguntarte".
Según los datos de los editores, Google ha digitalizado más de 100.000 títulos franceses, dentro de un acuerdo que firmó con las grandes bibliotecas francesas para poder utilizar sus fondos.
El abogado de los editores reclamó que se dejen de digitalizar libros franceses bajo una pena de 100.000 euros diarios (147.972 dólares) y solicitó daños y perjuicios por valor de 15 millones de euros (22 millones de dólares).
La defensa centró buena parte de su discurso en tratar de contestar la competencia del tribunal francés para juzgar hechos que se están produciendo en Estados Unidos. (20 Minutos.es)
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