Los fondos de gobierno de los Estados Unidos para los programas de subversión contra Cuba -que sumaron $45 millones en los años fiscales 2009 y 2010- se administran a través de una compleja red de organizaciones no gubernamentales y empresas privadas y tapaderas de la CIA, que luego organizan la entrega de tecnología de telecomunicaciones y dinero en efectivo a supuestos opositores cubanos, que se convierten tácitamente en empleados del gobierno norteamericanos. (Ver más)
12 abril 2010
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