Mientras la mayoría de los países ha prohibido la pornografía infantil, instaurando medidas para evitar su propagación en Internet, el tema avanza con lentitud en Japón.
En Japón ya está prohibida la producción, distribución y venta de pornografía infantil, pero no así la posesión de tal material. Esta benevolencia japonesa hacia los pedófilos ha hecho difícil bloquear los sitios dedicados a la pornografía infantil.
Para clausurar un sitio de ese tipo en Japón es necesario realizar un prolongado proceso judicial, que implica la presentación de una serie de pruebas técnicas que prueben la participación del sitio en la producción del material. En otras palabras, en Japón no se considera delito publicar fotografías o películas de violaciones de niños.
Esta situación ha motivado fuertes críticas internacionales, por considerarse que Japón se ha convertido, en los hechos, en un puerto franco para la pornografía infantil.
Pareciera ser que los hombres japoneses tienen una actitud única respecto al sexo con menores de edad. Los comics tipo Manga tienen esta temática y gran parte de la pornografía corriente emplea a mujeres adultas disfrazadas de escolares menores de edad.
Un comité gubernamental ha propuesto modificar la ley, con el fin de permitir a la policía bloquear sitios dedicados a la pornografía infantil, sin requerir una orden judicial. La iniciativa podría verse bloqueada por el segundo mayor partido político de Japón, DPJ (Partido Democrático Japonés) que anteriormente ha bloqueado un proyecto de ley que habría efectivizado la lucha contra la pornografía infantil.
Fuente: Skunkpost, con información de AP
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