¿Ha pasado algo en casa mientras la familia disfruta de sus vacaciones? Una red de videovigilancia casera por Internet podría acabar con su angustia. ¿Le suena muy sofisticado? Pues es mucho más fácil de lo que parece.
Lo primero que hay que tener claro es su presupuesto. Como todo en tecnología, usted puede inclinarse por una solución básica y económica o apostar por equipos avanzados y costosos.
La opción más sencilla, explica Ernesto Núñez, gerente de la firma D-Link para Colombia y Venezuela, es instalar una cámara fija (de menos de $ 200 mil) a su router de Internet.
Las alternativas más avanzadas incluyen cámaras inalámbricas (de entre $ 200 mil y $ 400 mil) o con movimiento ($ 900 mil) y dispositivos de almacenamiento NAS (Network Attached Storage), que cuestan unos 600 mil pesos.
Pero antes de elegir uno u otro componente, advierte el ingeniero Luis Pico, experto de Cisco Systems, usted debe determinar cuáles son sus necesidades, es decir, preguntarse si sólo quiere observar a la niñera o si también le resulta clave estar al tanto de las puertas.
Incluso, agrega Pico, debería analizar si quiere integrar su red de videovigilancia a su sistema de alarma.
Si su objetivo es contar con una, dos o tres cámaras para estar pendiente de lo que sucede en su hogar, lo primero que debe tener en cuenta es la velocidad real de acceso a Internet que tiene contratada con su operador, pues cada cámara requiere de 180 a 256 Kbps de conectividad. Como lo ideal es que la red de videovigilancia no afecte su velocidad de acceso, podría necesitar ampliar su plan.
A propósito del operador de Internet, existe la posibilidad de contratar con él una dirección IP fija, o sea que con sólo digitarla en el navegador del PC o del celular usted puede acceder a su red de video.
Sin embargo, Núñez recomienda acceder a la página www.dyndns.com con el fin de obtener un dominio gratuito que identifique su cámara.
Una vez claro el tema de Internet, hay que comprar las cámaras (inalámbricas o no), configurarlas y montarlas. Asegúrese de adquirir equipos con respaldo técnico. Generalmente, los equipos se entregan con el software de configuración y de monitoreo. Si se trata de una sola cámara, usted podrá ponerla a punto desde su navegador de Internet y establecer una clave de acceso. Si son varias, compañías como Cisco y D-Link ofrecen una aplicación para ver las imágenes que captan de manera simultánea.
Toda la configuración se hace desde el computador de la casa. No olvide que puede programar las horas de grabación o el envío periódico de fotos a su correo electrónico.
Si su objetivo es ir más allá del plan básico de videovigilancia, deberá pensar en mejores cámaras, capacidad externa de almacenamiento y accesorios.
En cuanto a las cámaras, por encima de los modelos fijos (inalámbricos o no) están los equipos PTZ ('pan-tilt-zoom'), con los cuales el observador está en capacidad de mover -de manera remota- la cámara hacia los lados o arriba y abajo.
En materia de almacenamiento, se estima que una cámara requiere 2 GB diarios para video y 4 GB para audio y video. Estos equipos operan sin necesidad de mantener encendido el computador.
Álvaro E. Sandoval R.
Redactor de EL TIEMPO
0 comentarios:
Publicar un comentario