Buscando...
11 mayo 2012

Más de cinco mil personas nunca han usado Internet




Un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), afirmó hoy que “más de cinco mil millones de personas aún no han utilizado nunca Internet, incluso a baja velocidad, o sólo lo han hecho usando acceso público o compartido”.

El Informe muestra que, a medida que va avanzando la revolución de la banda ancha, grandes segmentos de la población mundial van quedando firmemente a la zaga.

En la edición de 2012 del Informe emblemático de la UIT sobre reglamentación, Tendencias en la reforma de las telecomunicaciones, publicada hoy, se pone de relieve la importancia vital de un marco de reglamentación nacional sólido para acelerar el despliegue de la banda ancha y estimular el desarrollo de nuevos bienes y servicios digitales.

El Informe de este año, subtitulado "Una reglamentación inteligente para un mundo de banda ancha" arroja luz sobre las cuestiones jurídicas y reglamentarias a menudo complejas que van surgiendo a medida que la banda ancha se propaga de forma generalizada y actúa cada vez más como una fuerza motriz del desarrollo de otros sectores económicos.

En el curso de los últimos cinco años, el número de abonados a la banda ancha fija se ha duplicado con creces, para alcanzar una cifra estimada en 591 millones a principios de 2012; no obstante, sigue habiendo enormes disparidades entre los mundos desarrollado y en desarrollo.

La tasa de penetración de la banda ancha fija del 26% en los países industrializados, está en agudo contraste con la tasa correspondiente a los países en desarrollo, que sólo es del 4,8%. 

La asequibilidad sigue siendo un gran obstáculo, sobre todo en África, donde los costos de acceso a la banda ancha fija son en promedio de un valor equivalente al triple de la renta per cápita mensual.

A tenor de las cifras de la UIT, actualmente el número de usuarios de medios sociales activos es superior a los mil millones, y muchos de ellos se conectan utilizando sus dispositivos móviles. 

Pero las estadísticas sobre la penetración de la banda ancha móvil revelan que, según estimaciones, en 2011 sólo un 8,5% de la población de los países en desarrollo tenía acceso a los servicios de banda ancha, y que casi la mitad del total de teléfonos con banda ancha correspondía a un puñado de países de renta alta, mientras que los países de renta baja representaban apenas el 5% del uso mundial.

El Informe muestra que, a medida que va avanzando la revolución de la banda ancha, grandes segmentos de la población mundial van quedando firmemente a la zaga. Más de cinco mil millones de personas aún no han utilizado nunca Internet, incluso a baja velocidad, o sólo lo han hecho usando acceso público o compartido.

Al mismo tiempo, con el surgimiento de aplicaciones y nuevos dispositivos como las tabletas, se está generando una marejada de tráfico de datos que empuja al límite la capacidad de las redes existentes, en un momento en el cual los denominados servicios "por encima de la media" (Over-the-top, OTT) como la computación en nube o la compra en línea están menoscabando los incentivos de las empresas de telecomunicaciones para financiar un costoso despliegue de nuevas redes.

Y, por último, una serie de dificultades incipientes tales como la forma de proteger los derechos de propiedad intelectual, eliminar de manera ecológica la creciente montaña de ciberdesechos, y preservar el derecho a la privacidad en las redes sociales, está ejerciendo aún más presión en el mandato y los recursos actuales de los organismos reguladores de las TIC.


Por lo que hace al suministro de servicios de telecomunicaciones tradicionales, las redes de alta velocidad ya están poniendo en tela de juicio antiguos paradigmas tales como el acceso abierto y los medios de financiar el acceso y el servicio universal.

En el curso de los dos pasados decenios se ha ampliado el alcance del acceso y el servicio universal (ASU), y se está volviendo a conceptualizar el ASU para incluir Internet, e incluso la banda ancha. 

La financiación que antes se centraba en intervenciones del lado de la oferta ‑redes e instalaciones‑ ahora se canaliza cada vez más hacia intervenciones que estimularán la demanda.

Ahora bien, la banda ancha también está alterando profundamente los modelos de otros sectores económicos, por ejemplo el suministro de servicios financieros como la banca móvil y la protección del contenido original. 

A medida que los mercados van evolucionando, pueden surgir nuevas funciones importantes para los reguladores de las TIC.

En los últimos años se ha ampliado el mandato de un número creciente de reguladores de telecomunicaciones tradicionales para incluir la radiodifusión y las tecnologías de la información. 

Más recientemente comenzaron a pasar a primer plano complejos intereses en las esferas de la ciberseguridad, la privacidad y el medio ambiente, y actualmente se les están sumando otras cuestiones relacionadas con el auge de la utilización de servicios y aplicaciones en línea.

A causa del enorme volumen de datos generados por las aplicaciones de banda ancha fija y móvil, actualmente la mayoría de los países debe hacer frente a un déficit de infraestructura TIC crítica. 

Habida cuenta de la importancia de la banda ancha para el desarrollo de cada país, ese déficit se está convirtiendo rápidamente en un importante problema de política pública que exige la formulación de nuevos marcos de política de banda ancha intersectoriales.

 Sin embargo, es alentador el hecho de que más de 130 gobiernos hayan adoptado o prevean adoptar una política, estrategia o plan nacional de promoción de la banda ancha.

A juicio del Dr. Hamadoun Touré, Secretario General de la UIT, “La principal dificultad que tienen hoy ante sí los organismos reguladores de la TIC es garantizar la inversión y la innovación sin ahogar la competencia.

“Con miras a que todos los ciudadanos se beneficien del crecimiento económico que trae consigo la banda ancha, se necesitan voluminosas y continuas inversiones en redes. En este Informe se considera cómo podrían ayudar los reguladores, y lo que se podría lograr con la adopción de medidas innovadoras”, expresó Touré.

Sostuvo que “Tendencias en la reforma de las telecomunicaciones 2012” ofrece orientación a los encargados de formular políticas y los reguladores con miras a la creación de un entorno digital propicio para el crecimiento, tanto del sector de las TIC como de la economía en general.

¿Qué debe contener un plan nacional de banda ancha? ¿Qué medidas pueden adoptarse para ayudar a garantizar una situación igualitaria entre los reguladores? ¿En dónde es preciso invertir fondos públicos, y cómo se deberían utilizar esos fondos de una manera coherente con los principios de acceso abierto?”, se preguntó Touré, y a seguidas, continuó interrogando sobre “¿Cómo se puede proteger a los usuarios finales contra las ciberamenazas? ¿Y cómo podemos promover la utilización adecuada de contenidos compartidos para proteger los derechos de propiedad intelectual y las cuestiones relativas a los derechos de autor?”

Según el Brahima Sanou, director de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT, que produce el Informe anual Tendencias en la reforma de las telecomunicaciones como un producto clave del Simposio Mundial para Organismos Reguladores que organiza cada año, “El surgimiento de tecnologías de banda ancha ha cambiado apreciablemente nuestra forma de comunicarnos, acceder a la información, compartir experiencias y conocimientos, y realizar transacciones comerciales”.

Explicó que “La banda ancha está revolucionando nuestras interacciones sociales, políticas y comerciales, y es un factor de innovación y un motor para economías dinámicas”.
Y agregó: 

"Creo firmemente que la banda ancha debería considerarse como parte de la infraestructura crítica de un país… en consonancia con su nivel de importancia, actualmente se necesitan estrategias y planes de banda ancha bien articulados, para velar por que todos los ciudadanos se beneficien de las nuevas aplicaciones, servicios y actividades económicas que el mundo de la banda ancha ayuda a materializar”.

El Informe, que es el estudio más completo disponible sobre el estado actual de los marcos de reglamentación y los adelantos tecnológicos en todo el mundo, se abre con un panorama general conciso de las tendencias que reconfiguran el paisaje de las TIC y luego, capítulo a capítulo, excava profundamente en ámbitos de importancia cardinal tales como políticas, estrategias y planes nacionales de banda ancha, reglamentación del acceso abierto y estrategias para financiar el acceso universal a la banda ancha, innovaciones posibilitadas por la banda ancha, medios sociales, banca móvil, derechos de propiedad intelectual, y ciberdesechos.

0 comentarios:

 
Back to top!