1. Usa luz de calidad – la luz artificial de calidad contiene todos los colores del arco iris, excepto el violeta.
La luz es la parte de la radiación electromagnética, llamada visible —comprendida entre las longitudes de onda de 380 nm a 780 nm—, que el ojo humano puede percibir. Fuera del rango visible, el ojo humano es ciego.
El ojo humano está incómodo cuando recibe luz que contiene el color violeta. Es necesario protegerlo de esta radiación.
Decimos que la luz artificial es de calidad cuando únicamente contiene la radiación visible, aunque no toda, sino únicamente la formada por la mezcla de los colores añil, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Técnicamente, la luz de calidad es la radiación electromagnética del rango visible, que sólo contiene longitudes de onda entre los 440 nm y los 780 nm.
2. Evita la luz contaminada - la luz contaminada lleva agregadas radiaciones violetas y ultravioletas; estas radiaciones perjudican la salud y no son útiles para ver
No toda la radiación que emite una lámpara es luz, sino que también puede emitir otro tipo de radiaciones: radiación ultravioleta, radiación infrarroja.
El espectro electromagnético de emisión de una lámpara nos permite valorar la calidad de la luz que emite.
Las emisiones en el espectro ultravioleta, además de ser inútiles para la vista, son radiaciones de gran energía y amplio alcance, que perjudican el ojo humano.
Las emisiones de radiación ultravioleta y violeta producen un importante impacto ambiental que alteran, de manera significativa, el ciclo vital de algunos animales y plantas sensibles a este rango espectral.
3. Utiliza la luz precisa - utiliza la cantidad de luz necesaria para desarrollar cada actividad
Cada actividad requiere una cantidad de luz determinada.
Por ejemplo, para leer se necesita una cantidad de luz diferente de la que es necesaria para pasear.
Utilizar la cantidad de luz necesaria contribuye a crear ambientes agradables.
4. Dirige la luz hacia donde haga falta - confina la luz para que ilumine únicamente donde sea necesario
La pantalla debe dirigir la luz hacia la zona que quiere iluminarse, para aprovechar toda la luz emitida.
Evita que haya emisión de luz sobrante y no ilumines los espacios naturales, el cielo nocturno, etc.
Si diriges la luz únicamente hacia donde la necesitas, observarás que con la misma lámpara obtendrás más luz donde realmente hace falta.
5. Impide que la luz deslumbre - una luz demasiado viva ofusca la vista y una luz demasiado brillante la ciega. La luz debe permitirte ver bien
El deslumbramiento se produce cuando la luz está contaminada, es excesiva o está mal dirigida.
El deslumbramiento puede provocar confusión, malestar, incapacidad de distinguir objetos e incluso momentos de ceguera.
Si utilizas luz de calidad en la cantidad precisa y la diriges correctamente, evitarás el deslumbramiento.
6. Apaga la luz cuando no haga falta - la luz permite realizar actividades durante la noche. Apaga las luces al finalizar la actividad comercial, industrial, deportiva o doméstica
Es maravilloso que, a lo largo de la noche, cuando no hay luz natural, las personas puedan continuar la actividad gracias a la luz artificial.
Cuando ya no hace falta, debe apagarse la luz, ya que nadie la aprovecha.
A menudo las luces se quedan encendidas. Asegúrate de que eso no pase, ¡apaga las luces!
7. Respeta la privacidad de los vecinos - ilumina únicamente el espacio donde realices tu actividad. Vigila que la luz no llegue al interior de los hogares de tus vecinos
La luz intrusa es la luz artificial que invade un espacio que no le corresponde. La luz intrusa debe ser nula.
Cuando enciendes las luces para poder ver debes ser cuidadoso e iluminar únicamente el espacio que necesitas.
8. Permite el descanso de las personas - la luz debe respetar los ritmos biológicos de las personas
El respeto del ciclo día-noche es fundamental para el equilibrio psicológico de las personas.
Si la luz entra dentro de las casas, sus habitantes no pueden descansar.
Por la noche, la iluminación debe hacer que el ambiente sea agradable y acogedor para permitir que las personas puedan estar relajadas.
9. Preserva el equilibrio de los animales y las plantas - evita el impacto ambiental que la luz produce sobre el medio
El respeto del ciclo día-noche para los animales puede suponer el éxito de la supervivencia de muchos de ellos.
Romper la claridad natural de la noche desorienta a los animales y puede afectar a un eslabón de la cadena trófica.
La luz modifica la conducta de los animales, altera la reproducción de algunos insectos y afecta a la polinización de las plantas.
La luz desorienta a las aves migratorias.
10. Concilia la luz con el paisaje natural de la noche - haz que la noche sea noche y no día. La iluminación debe permitir la percepción de la claridad natural de la noche
La noche es el período entre la puesta de sol y el amanecer.
Evita reproducir las condiciones de claridad del día cuando es de noche.
Para realizar actividades nocturnas, pon luces que no modifiquen el paisaje de la noche.
Respeta la claridad natural de la noche y disfrutarás del firmamento estrellado.
No viertas luz al cielo.
En conclusión, la iluminación exterior de calidad hace que el ojo humano vea correctamente los objetos sin perjudicar ni a las personas ni al medio ambiente. Para cumplir cabalmente con este decálogo recuerda siempre:
Pon lámparas de luz cálida.
No ilumines más de la cuenta.
Orienta la luz hacia donde haga falta.
Apaga la luz cuando ya no sea necesaria.
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