Jorge de la Fuente, Director de Ventas Técnicas Latinoamérica, Panduit
En Latinoamérica y
especialmente en México, los directores de información y de tecnología conocen que
el principal desafío que enfrentan es mantener los servicios de TI fuera de “caídas”
y libres de interrupciones de forma tal que su trabajo sea tan transparente al
usuario, que pueda aplicarse el popular adagio de “entre más invisibles seamos,
mejor es nuestro trabajo”.
Aunque parezca mentira, aún existen
CIOs y CTOs que no han mejorado el diseño de sus centros de datos debido a que
desconocen como hacerlo o porque consideran que desde un principio, su
implementación no requiere actualizaciones.
Un punto crucial de los
centros de datos tiene que ver con el consumo de energía eléctrica. Además de ser
considerado como un esfuerzo de responsabilidad social y ambiental, la gestión
de energía en centros de datos es un asunto de desempeño y costos.
Como
sabemos, el Big Data está a la vuelta
de la esquina debido a nivel de interconectividad, medios sociales, y aplicaciones
móviles; ello ha dado lugar a un replanteamiento de las estrategias energéticas
de los centros de datos, generando conceptos como pasillos fríos y pasillos
calientes, el cual consiste en alimentar los servidores con aire frio bien
dirigido para que no se mezcle con el aire que despiden caliente.
Estos
detalles hacen la diferencia entre tener un centro de datos bien refrigerado o
uno ineficiente y que genera altos costos.
Es por ello que las
compañías están adoptando el modelo de pasillos fríos y pasillos calientes.
Sin
embargo, es complicado tener la garantía de que así funciona. He escuchado a
muchos CTOs decir que “si los racks se alimentan de aire frio y este –por las
leyes de la física- desciende, entonces ¿Cómo debemos colocar el cableado? ¿En
la parte superior del centro de datos o en la inferior?”
La respuesta, también es
básica. ¿Para qué limitarse? Un buen diseño de centros de datos tiene lo mejor
de ambos mundos. Pueden llevar el cable por arriba y tener una parte sustentada
en piso falso con chimeneas que permitan la circulación libre de aire mezclado,
frio y caliente.
Ahora bien, enfriar estos
centros de datos parece una tarea fácil, ya que se supone que mientras más
frío, mejor; pero la realidad es otra, ya que a más frío, se requiere un mayor
consumo de energía, que genera a su vez mayores costos y más espacio físico
para los equipos de refrigeración.
A esto hay que sumarle la
mala configuración de algunos centros de datos incluyendo puertas que dejan
pasar el aire caliente al entrar personal, y accesos que generan humedad en
ciertas épocas del año.
Con las soluciones
tecnológicas de hoy, es posible reducir hasta en un 50% los costos de energía
utilizando soluciones completas de refrigeración y control del clima; un
porcentaje que llama poderosamente la atención no solo por la continua
necesidad de mejorar los entornos, sino también por alcanzar mayores índices de
eficiencia operativa.
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