Los
famosos 4K ya son una realidad, los monitores con resolución Ultra-HD están
llegando a precios finalmente accesibles
para los jugadores, otorgando experimentar un salto de calidad gráfica en
aplicaciones de entretenimiento. Sin embargo, la resolución no tiene ningún
impacto para la mejora de la fluidez visual,
factor fundamental para que los jugadores se sientan partícipes reales
en los mundos virtuales que se ofrecen hoy en el mercado de entretenimiento más
grande del mundo.
Experiencias negativas como imágenes poco fluidas,
superposiciones de imágenes (cuadros) y desfases en los gráficos no son
atribuibles a la resolución, sino a la sincronización de la pantalla con la
fuente de origen del contenido multimedia.
En el
último Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, los principales
fabricantes de monitores del mundo, anunciaron estar incorporando está
tecnología de sincronización dinámica o FreeSync en sus productos. Un conjunto
de instrucciones que permiten dar fluidez y evitar los congelamientos de
imágenes, cuadros superpuestos y la lentitud visual de los juegos.
El
resultado con esta tecnología es la reducción en extremo de la latencia y la
ayuda en disminuir o eliminar los defectos visuales durante el juego o mejorar
la eficiencia en la reproducción de video.
Los
principales desarrolladores de tecnologías gráficas como AMD, quien potencia
las consolas y computadoras de última generación, están incorporando la característica de
sincronización en sus tarjetas gráficas y controladores, lo que permite una “conversación”
dinámica y sin interrupciones entre la consola o PC con el monitor.
El
lanzamiento de las nuevas pantallas habilitadas con FreeSync demuestra además
la tendencia y compromiso de la industria con las tecnologías basadas en
estándares abiertos y sin costos de licenciamiento adicionales, permitiendo una
experiencia de juego mejorada a través de velocidades adaptables de
actualización de pantalla que se sincronizan con la velocidad de cuadros de las
tarjetas gráficas para todo nivel de público, tanto los que pueden permitirse
máquinas de alto porte, como los que adquieren maquinas más accesibles con
gráficos integrados dentro del procesador.
Desde
hace décadas, la industria del hardware de juegos ha estado buscando la manera
de resolver este viejo problema de la pantalla causado por la descoordinación
entre la tarjeta gráfica y el monitor. Estas interrupciones se producen
principalmente en sistemas donde la GPU
genera frecuencias de cuadro mucho mayores que lo que el monitor es
capaz de procesar.
La
solución original a este problema fue la creación de VSync (sincronización
vertical virtual), que reduce por software, la velocidad de fotogramas de la
GPU ya sea a 30 o 60 FPS (cuadros por segundos) con el fin de suavizar los
cuadros y reducir la posibilidad de errores producidos por la desincronización de frecuencia de
actualización del monitor. Sin embargo, esta solución limita la verdadera
potencia del procesador gráfico y aumenta la posibilidad de que haya repetición
de cuadros durante el juego.
Los
cuadros fuera de lugar y los retardos en la imagen claramente no son del agrado
de los gamers y muchos jugadores no
encuentran satisfactoria su experiencia de juego. Muchos de ellos no saben qué es
lo que está causando su juego entrecortado. Incluso invierten en equipos más
costosos pensando en que el problema radica ahí.
La
tecnología de Sincronización Dinámica de Pantallas actualiza el monitor en los
intervalos correctos cada vez que se
genera un nuevo cuadro, coordinando perfectamente el envío de imágenes
al monitor solamente cuando éste pueda reflejarlos correctamente tras el cuadro
anterior. Cada vez que la GPU genera una imagen, el monitor está preparado para
actualizarla. Esto crea la suavidad deseada de juego sin ningún tipo de
desgarro gráfico o “tartamudeo visual” (tearing, en inglés), que tanto incomoda
a los gamers.
Esta
tecnología beneficia directamente a juegos con gran cantidad de imágenes y
acciones, como lo son los shooters o
juegos en primera persona.
Además
de los juegos, esta característica también puede ofrecer mejoras en la
reproducción de contenido multimedia.
Hoy
en día, estamos apuntando a desarrollos cada vez más específicos que
permitan optimizar tecnologías que por
separado muchas veces presentan incompatibilidades. Estamos en un camino a
generar lenguajes que permitan aprovechar al máximo las características de
distintos productos, haciéndolos “conversar” adecuadamente entre sí.
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