Alumnos sueñan con usar Internet

POR LLENNIS JIMÉNEZ

LOS BOTADOS, Monte Plata.- Mabel Beras tiene 14 años y cursa el octavo grado de la primaria en la humilde sección de La Palmita, pero ya sueña con ser doctora, especialista en Pediatría. La adolescente no tiene ni idea de cómo operar una computadora. Por esto se impuso el reto de cursar estudios técnicos de computación en el nuevo centro de Los Botados.

Mabel tiene deseos de aprender a navegar por Internet, abrir su cuenta de correo y realizar las tareas con ayuda de la enciclopedia Encarta, la misma que le recomendó su prima Silvia Masiel, ganadora de una computadora por sus notas sobresalientes.

En la escuela básica de Los Botados no existe computadora, ni teléfono. El plantel está aislado, igual que toda la comunidad.

Y es que en Los Botados nadie quiere quedarse sin aprender Internet en el centro profesor Juan Bosch, inaugurado por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).

Las bondades de la computadora son contadas con emoción entre los escolares, los que motivan a sus padres para que los acompañen a llenar el formulario de inscripción en el local que funciona al lado de la oficina de la junta distrital.

Carolina Heredia llegó al segundo grado de bachillerato, con 16 años, sin poder sentarse frente a una computadora y sólo las ha visto en los centros médicos que su madre la lleva, en bancas y en la televisión.

Con timidez, la estudiante del sector Barrio Nuevo, que aspira a ser maestra, dijo que le han contado que a través de Internet puede aprender idiomas, hacer los seminarios que le pone su maestro del liceo general Eusebio Manzueta y hacer nuevos amigos.

El pasado martes, un grupo de estudiantes contaba las horas para ingresar al centro de computadora, separando horarios de cuatro horas de práctica. Enmanuel Abad, de 14 años y en primero de bachillerato, es de los más aventajados en el uso de la computadora. Tuvo la suerte de conocer a empleados de la junta distrital, quienes le permiten poner en práctica lo aprendido en un curso de seis meses. La misma suerte no las tienen Neftalis y Antonio Heredia, Eugenio Abad, porque al salir de la computación no encontraron lugar para seguirle el hilo a la tecnología.

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