Buscando...
20 noviembre 2007
13:36

Un primer contacto con Ubuntu 7.10

http://www.imatica.org/es/analisis/analisis.html

Ubuntu se postula como la distribución de GNU/Linux mejor preparada para el desktop, con un reconocimiento de hardware excepcional y con una sencillez sin parangón para el usuario neófito.

Nosotros quisimos probar todo esto y mucho más en un "test de campo", realizando una instalación de la distro en una máquina que no fuera de última hornada (como las que tienen muchos de nuestros lectores) y volcando en éste análisis nuestras impresiones.

Preparándonos

El sistema arranca desde el Live CD descargado de Internet y tostado con cualquier programa de grabación de CD's, en nuestro caso K3B sobre una Debian 4.0 instalada en la misma computadora en la que vamos a instalar Ubuntu 7.10 (y que, por lo tanto, va a substituir a éste sistema operativo), un portátil de tipo OEM con un procesador Pentium M a 1,70 GHz., 1 giga de RAM, un disco duro de 40 GB., tarjeta de red Realtek RTL8139, WiFi Gigabyte WIKG, controladora de audio Intel y regrabadora de DVD Sony, configuración que aún podemos encontrar en muchas máquinas de usuario final.

El menú de arranque es más que correcto, con una primera opción (seleccionada por defecto) para arrancar Ubuntu desde el Live CD o instalar la distribución a disco. Opciones para arrancar en modo a prueba de fallos con una interfaz gráfica mínima, instalar con un CD de drivers, realizar una instalación OEM, passar un test de memoria o arrancar desde el primer disco duro también están disponibles. En la parte inferior de la pantalla, opciones para ayuda, cambiar la lengua en la que se presenta el menú y posteriormente se ejecuta el Live CD, cambiar el mapa de teclado u otras opciones. La cuenta atrás desde los 30 segundos visible al lado de la opción por defecto ayudará al usuario novato que, sin lugar a dudas, optará por no tocar nada o pulsar la tecla de retorno ante la cuenta atrás que se le presenta.

La carga de la distribución en modo live es relativamente lenta; la carga inicial en nuestra computadora duró poco más de tres minutos, algo que no es de extrañar por depender del medio óptico, más lento que un disco duro convencional.

El entorno gráfico es la última versión de Gnome, la 2.20, con el siempre cuidado tema en el tan controvertido color marrón típico y diferenciador de Ubuntu. Todo queda muy a mano y es fácil de localizar: desde el menú de aplicaciones en la parte superior izquierda hasta el botón para apagar el sistema en la parte superior derecha. Un icono en la barra superior de Gnome nos invita a iniciar una sesión Live, una nueva característica de Gnome que nos permite guardar información en Internet para que esté accesible en cualquier máquina. En el escritorio solamente dos iconos: la carpeta de ejemplos, que contiene sonidos, imágenes y presentaciones relacionadas con Ubuntu, y el instalador.

Desde el menú de aplicaciones podemos acceder a lo más básico y necesario, un completo paquete de programas para enfrentarse a todas las necesidades informáticas modernas: desde el paquete ofimático OpenOffice hasta el navegador Firefox, pasando por el software de VoIP Ekiga o el cliente de correo Evolution, compatible con el servidor Exchange de Microsoft.

El reconocimiento de hardware es muy bueno; en anteriores versiones de Ubuntu y con otras distribuciones habíamos tenido problemas con el reconocimiento de la tarjeta de red inalámbrica y el lector de tarjetas SD. De hecho, la tarjeta WiFi funcionaba en Debian 4.0 gracias a Ndiswrapper y a los drivers para Windows. Ubuntu 7.10 la reconoce por sí sola.

Con el lector de tarjetas SD tenemos igual suerte, ya que probamos a insertar una procedente de una cámara de fotos con imágenes grabadas, que es reconocida y montada automáticamente por el sistema, que nos ofrece además iniciar la aplicación incluida con Ubuntu para el manejo de fotografías digitales para crear un álbum con las imágenes que tenemos en la tarjeta.

Nuestro siguiente objetivo es instalar el sistema a disco duro y probar su rendimiento.

Instalando Ubuntu 7.10

El asistente de instalación se arranca desde el icono presente en el escritorio que vemos cuando arrancamos la distro en modo Live CD.

Como todo lo que rodea a esta distro concebida para facilitar la vida a los usuarios de máquinas desktop postulándose como una alternativa a Windows, el proceso de instalación es sumamente sencillo.

Empezaremos seleccionando el idioma en el que queremos seguir la instalación, la franja horaria del lugar en el que nos encontramos físicamente, el mapa de teclado correspondiente y seguidamente el aspecto más delicado de la instalación: el particionador.

Se nos presentan inicialmente tres opciones: en primer lugar, redimensionar las particiones existentes, en segundo utilizar el disco entero (y, por lo tanto, eliminar el sistema instalado actualmente), y finalmente el sistema manual que nos permitirá personalizar al máximo la distribución de particiones y los sistemas de ficheros.

Para nuestro caso, y simulando su uso por parte de un usuario inexperto o con conocimientos mínimos, seleccionamos todo el disco duro.

El penúltimo paso es la solicitud de datos personales como nuestro nombre, el nombre de usuario que queremos utilizar, la contraseña de dicha cuenta y el nombre de la computadora. Finalmente, se nos presenta un resumen de todos los datos desde el que podemos cancelar la operación, ir hacia atrás para modificar algún parámetro con el que no estemos conformes o empezar la instalación. Otro botón, con el título "avanzado..." nos permite indicar donde queremos el cargador de arranque y si queremos participar en el concurso de popularidad de paquetes, una estadística que indica a los responsables de Ubuntu cuales son los paquetes y programas más utilizados.

La creación de las particiones y su formateo, así como el proceso de instalación se realiza desde el entorno gráfico, con todo el sistema Live ejecutándose, por lo que en teoría es posible incluso estar trabajando con Ubuntu 7.10 e instalándola en el disco duro al mismo tiempo... aunque nuestra intuición nos dice que no es algo recomendable además de provocar una mayor lentitud en el proceso.

Para finalizar la instalación, el sistema intentará acceder a las actualizaciones de seguridad y, una vez acabado el proceso, nos preguntará si queremos reiniciar la computadora.

Primer arranque

En nuestro caso, y una vez finalizado el proceso de instalación por primera vez, al arrancar nos dio un error número 15 del gestor de arranque Grub, pese a que no cambiamos ni una de las opciones que vienen activadas por defecto para la instalación, y elegimos la opción de particionado automático. ¿Tal vez un problema con el Grub instalado en el disco duro y correspondiente a Debian 4.0? Esta distro de Linux está pensada para substituir a Windows, con lo que no sería descabellado pensar que el software de instalación puede tener algún problema para lidiar con un Linux existente en el disco duro, pese a que esto no tendría que ser así.

Repetimos el proceso punto por punto, pero indicándole manualmente las particiones. De los 40 GB. del disco duro utilizamos 39 para el sistema y una partición de Swap de 1 GB.

Esta vez sí nos funcionó, aunque podemos anotar un pero a todo el proceso: cuando arranca, la pantalla se queda demasiado rato en negro sin ningún tipo de indicación, lo que puede llevar a pensar que la máquina se ha quedado colgada... ¡más de dos minutos y medio nos dejó esperando sin mostrarnos nada en pantalla! ni una barra de progreso ni un logotipo, algo que sin duda puede inducir a confusión en más de un usuario. Incluso pulsando la tecla ESC, que en muchas distros de Linux permite ver un resumen detallado de los mensajes del kernel y los procesos que se inician en el arranque, no obtuvimos respuesta. Esto es algo que no nos explicamos, por cuanto está muy pulido en versiones anteriores. Además, el tiempo de arranque es muy superior al de la versión 7.04 ejecutándose en la misma máquina.

Tuvimos la suerte de poder probar esta distribución con un reconocimiento de hardware excelente en un evento público en el cual había numerosas redes sin hilos a disposición de los asistentes, tanto abiertas como encriptadas. La tarjeta de red fue reconocida a la primera (ya lo habíamos comentado cuando hablamos de la ejecución en Live CD), dándonos una lista de todas las redes disponibles. Tras un par de pruebas a redes que ni con Windows pudimos configurar, nos conectamos a una red abierta y compartida por varios usuarios.

Utilizando Ubuntu 7.10

La primera página que visitamos con el navegador Firefox incluido en Ubuntu 7.10 presentaba contenido en Flash, por lo que Firefox nos dio opción a instalar el plug-in adecuado, pudiendo elegir entre la versión de Adobe o la versión libre Gnash. Primer problema: al intentar instalar el plug-in de Adobe nos dio un error que pensamos podríamos resolver instalando el plug-in Gnash. Mismo problema, no lo encontraba en el momento de la instalación.

Como en este punto del análisis nos vimos en la tesitura de tener que dejarlo, optamos por probar otra característica: la hibernación. Pese a darnos algún mensaje de error, pareció hibernar correctamente. No obstante, al deshibernarlo tuvimos que mover el ratón para que nos apareciera el cuadro de diálogo correspondiente a la introducción de nuestra contraseña y, al entrar al escritorio pudimos observar una deformación en los bordes de las barras y las ventanas.

Ya teníamos entendido que la hibernación podía dar problemas en el sistema Linux, pero vemos que es algo que hay que mejorar aún bastante. Y es que es imposible esperar que alguien deshiberne el ordenador y se encuentre con tener que trabajar en éste estado. Obviamente lo reiniciamos... y aquí nos encontramos con el problema de que Gnome nos anuncia que no se han podido cargar todos los servicios y que es posible que no se muestren algunos efectos gráficos en pantalla. No obstante, las molestias son mínimas, todo se nos presenta correctamente y utilizable y lo único que notamos son los pequeños detalles: separadores y el aspecto de las barras de tareas, además de que no se carga el tema por defecto. Un renicio más y la máquina vuelve a funcionar correctamente.

La reproducción de vídeo

Una de las tareas más comunes que reclama el usuario de a pie hoy en día es poder reproducir las películas de DVD o descargadas de Internet en su ordenador, así que decidimos probar con un DivX, del cual estábamos seguros que no habría instalados los códecs por lo que tendríamos la oportunidad de testear la funcionalidad de búsqueda automática de los códecs adecuados.

Efectivamente, Totem nos confirmó que no disponía de los códecs y nos dio la oportunidad de instalarlos automáticamente... pero a la hora de la verdad, el sistema simplemente nos preguntaba si debía refrescar la lista de plug-ins y no llegaba a instalar nada, por lo que no pudimos acabar viendo nuestra película.

Los efectos gráficos

Algunos de los efectos correspondientes a Compiz Fusion fueron activados durante el proceso de instalación, ya que la tarjeta gráfica ATI Radeon Mobility lo permitía sobradamente. El panel de control correspondiente a los efectos gráficos cuesta un poco de encontrar, y lo tenemos disponible en Sistema -> Preferencias -> Apariencia. Allí podemos escoger entre no utilizar efectos, utilizar un nivel medio o bien usar los efectos al máximo. Con esta última opción vimos como, por ejemplo, las ventanas parecían elementos viscosos cuando se arrastraban sobre el escritorio...

Y el resto

Ubuntu 7.10 incluye exactamente lo mismo que el resto de distribuciones, un conjunto de aplicaciones funcionales y que nos permiten (por lo menos en teoría) llevar a cabo la mayor parte de las tareas comunes a un ordenador como la reproducción de vídeo, las tareas ofimáticas o la navegación por Internet.

En resumen, una buena distribución pero que nos ha dejado la impresión que viene a ser una de tantas buenas opciones disponibles para el escritorio. Y con muchos detalles que pulir.

Para el usuario final quedan sobretodo algunos detalles que hacen que nos cuestionemos seriamente si esta es la distro ideal, algo que pregonan los responsables de Ubuntu y buena parte de la comunidad linuxera, ya que en esta prueba hemos querido simular, precisamente, lo que haría un usuario final tipo y, como hemos podido ver, su instalación y uso nos ha llevado a problemas que si bien son superables por cualquier usuario, despistarían a cualquier novato.

0 comentarios:

 
Back to top!