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20 enero 2012

Condiciones ambientales adecuadas para trabajar en tu PC




Diversos estudios documentan cómo el medio ambiente determina el desarrollo de las personas.

Uno de gran agudeza es el presentado en el libro “Fuera de Serie” de Malcom Gladwell, quien señala que hemos prestado demasiada atención a lo “individual” para explicar el éxito de personajes “fuera de serie” como Steve Jobs, Bill Gates, Billy Joy o los Beatles, al describir sólo sus características, hábitos y personalidades.

Y que para realmente comprender el origen de estos personajes extraordinarios, es necesario observar lo que hay a su alrededor: cultura, comunidad, familia, generación y medio ambiente.

Guardando las proporciones, el medio ambiente en el que labora nuestro personal también es de gran relevancia para su éxito, en particular el físico, porque está demostrado que a través de sus efectos motivacionales tiene una amplia capacidad de potenciar o limitar la aportación del capital humano a la productividad.

Aunque el ambiente físico de cada oficina ha de estar adaptado a la actividad que se desarrolla en su interior, existen en la actualidad características generales enfocadas a mejorar las condiciones en las que se desempeñan las personas, que tienen que ver con los aspectos básicos que integran el ambiente físico, los cuales son: distribución del espacio, iluminación, color, ventilación y mobiliario.

Una adecuada distribución del espacio físico contribuye a facilitar la circulación de las personas, la realización, supervisión y flujo racional del trabajo y además el uso adecuado de elementos materiales.

Lo que parece ser cada vez más un consenso en este aspecto, es que la distribución debe orientarse a generar entornos de trabajo en equipo, con espacios preparados para las reuniones y la colaboración, así como áreas de reflexión y descanso.

A ello se suma la tendencia del diseño de espacios abiertos que desdibujen las jerarquías.

Una iluminación inadecuada causa fatiga ocular, cansancio, dolor de cabeza, falta de atención, desánimo, depresión, irritabilidad, fatiga y estrés.

De ahí que la tendencia en este ámbito esté enfocada hacia la creación de espacios donde haya claridad y visibilidad, a través del uso de cristales. La idea es aprovechar al máximo la luz natural, optar por la claridad y evitar el exceso de compartimentos típico de épocas anteriores.

Sin embargo, es necesario adaptar según las necesidades, porque como lo apuntan algunos especialistas, algunas actividades como la arquitectura demandan una muy buena iluminación, mientras que en otras contar con una baja intensidad es crucial, como es el caso de todas las actividades en donde se necesita tener la mirada fija a la pantalla de una computadora.

Las emociones humanas, los sentidos y los procesos del pensamiento son afectadas por el color. Un color determinado impresionará las mentes de algunos individuos con una sensación o pensamiento particularmente favorable y otro color tendrá el efecto opuesto. Unos colores levantan el ánimo y otros dan sensación de depresión.

Algunos tienden a acelerar la acción de la mente, otros la retardan.

Los especialistas recomiendan la aplicación de diferentes colores en un espacio de oficina, a fin de no saturar la mente de quienes desarrollan su jornada laboral.

Los colores que más se recomiendan son el blanco o la gama de los tonos pastel, aunque debe ponerse especial cuidado en que estos no se apliquen a suelos y techos ya que pueden deslumbrar bajo la luz intensa.

El ruido es uno de los grandes problemas de los lugares de trabajo, ya que provoca estrés, fatiga, depresión, irritabilidad e incluso patologías más severas.

Al respecto, la OMS aconseja que no se sobrepase el umbral de los 55 decibeles durante el día, para que el cuerpo no sufra alteraciones. En oficinas, el nivel sonoro máximo en zonas operativas debe ser de 50 decibeles, en salas de conferencias de 40 y en despachos de 50.

Las oficinas suelen tener una alta densidad de personas, por ello es fundamental una buena ventilación, la que debe estar acompañada de temperaturas controladas.

Finalmente muebles cómodos, de preferencia ergonómicos, y confiables resultan imprescindibles.

Aunque en otros momentos el ambiente físico pudo no ser considerado como un elemento clave para la motivación y productividad, hoy las nuevas generaciones están siendo más exigentes al respecto.

De ahí que si queremos retener a nuestro capital humano y potencializar su éxito, este tema tome relevancia dentro de nuestras organizaciones. (Fuente:Manpower)

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