Los vehículos modernos incluyen tecnologías como computadoras integradas, responsables de la vigilancia y el control de los sistemas del vehículo, tales como la telemática, información y entretenimiento, conectividad y los sistemas avanzados de asistencia al conductor. Si bien estas características mejoran la facilidad de uso y la comodidad, también amplían el panorama sobre las amenazas y aumentan el potencial de las actividades mal intencionadas.
Soluciones de seguridad tradicionales como los coprocesadores de seguridad dedicados o la virtualización, no escalan bien los dispositivos de recursos más limitados que se implementan en el ecosistema automotriz. Una investigación de Intel, desarrollada en el Instituto de Investigación de Colaboración para la Computación Segura, ofrece un mecanismo de seguridad flexible para este tipo de dispositivos con recursos limitados.
En la demostración se presenta un esquema optimizado de ejecución ligera y confiable para el vehículo, y se muestra cómo una manipulación de software malicioso puede ser interceptada y mitigada con éxito.
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