http://www.diarioti.com/gate/n.php?id=14580
En 1999, Raymond Griffiths se jactó públicamente de controlar los veinte mayores servidores de warez (software pirateado) del mundo. Luego de un prolongado proceso judicial y tres años en prisión preventiva, un juez le ha sentenciado a cuatro años de cárcel.
Para muchos no ha pasado desapercibido que en Estados Unidos se castiga duramente la piratería de software. Por lo mismo, Griffiths quizás fue excesivamente osado cuando en 1999 se jactó de ser uno de los mayores piratas del mundo.
Inmediatamente después de la entrevista dada por Griffiths a una publicación en línea, el servicio de aduanas estadounidense inició un gran operativo orientado a desbaratar a los grupos de intercambio de software ilegal, también conocidos como "warez". La ofensiva se concentró especialmente en el grupo DrinkOrDie, el mayor de todos.
En la entrevista de 1999 que sellaría su destino para los años siguientes, Griffiths aseguró que "nunca sería aprehendido". Griffiths fue arrestado en 2001, junto con otros miembros de DrinkOrDie. Los detenidos en Gran Bretaña fueron sometidos a proceso y condenados a presidio. Griffiths, por su parte, residía en Australia al momento de perpretrarse los delitos, por lo que luego de un proceso de extradición fue llevado a Estados Unidos.
La semana pasada, un juez estadounidense dictó la sentencia definitiva contra el pirata: 51 meses de cárcel, equivalentes a cuatro años y tres meses. A ello se suma que Griffiths ya ha pasado tres años en prisión preventiva en Australia mientras se tramitaba su extradición a Estados Unidos.
Se desconoce si los tres años serán descontados de la condena definitiva.
28 junio 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Raymond Griffiths, intersante historia la de este hombre, la desconocía.
SERIA BUENO QUE AGARREN A myneps@gmail.com
EN SU WEB www.recursosmynep.do.nu
DEMUESTRA SU AMOR POR LA PIRATERIA, INCREIBLE QUE ESTE EN LIBERTAD. VER POST EN SITIOS VARIOS DONDE SUBE PROGRAMAS CON LICENCIA PERJUDICANDO A EMPRESAS PEQUEÑAS COMO LA MIA POR SU PROCEDER.
Publicar un comentario